Cualquier tiempo es bueno para acercarme a ti;
en todo momento me haces falta.
Siempre estás cerca,
puedes escucharnos a la vez a mí, y a todos.
En todo tiempo nuestro corazón debe estar abierto,
y nuestros sentidos atentos;
porque de lo contrario,
¿cómo sabremos si nos hablas?
No basta con leer, memorizar o testificar,
hay que ejercitar el amor como Dios nos ha enseñado;
no basta hacer las cosas por rutina, obediencia o disciplina;
porque Dios nos ama apasionadamente,
apasionadamente debemos ser suyos.
¡Oh Jesús! Enséñame a entregarme a nuestro Dios y amarlo;
amarte, amar la humanidad
y toda la creación.
Aumenta mi fe.
Tu Palabra eternamente justa sea fortaleza de mi esperanza;
tu consejo, siempre verdadero y oportuno,
jamás se aparte de mí.
Tú, Jesucristo, serás y ya eres,
y desde el siglo y hasta el siglo fuiste
la Roca en que encuentro sustento y protección.
Bienaventurados todos los que abren su corazón al Hijo,
y le dejan entrar en él,
y Él entra y los limpia de pecado,
pues se hacen dignos de salvación.
Gloria al Hijo, loor al Padre,
Y a nosotros paz.
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