martes, 21 de junio de 2011

Poema 27: El alimento espiritual

¡Qué importante es tu Palabra!
Con su fuerza, sin detenerme,
continuaré andando.
¡Cómo se debilita mi espíritu si no la escucha!

Porque eres mi norte,
siguiéndote no estoy perdida.
Por tus previsiones,
nunca le falta alimento a mi alma.

¡Cuánta verdad hay en lo que dices!
Dependo de tu luz,
porque sin ella me extravío.
¡Gracias por tus cuidados!

¿Qué ecos tan profundos tiene tu voz
que le da vida al papel entintado?
¿Qué profundidad tiene lo que dices
que conmueve mi alma?

Quiero seguir esa voz
que es la música de mi esperanza.
Me guardo para el Señor Jesús
en amor y en confianza.

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