martes, 28 de junio de 2011

Poema 28

Estás en cada instante;
allí, donde poso la mirada,
te veo.
Antes me preguntaba cómo serías,
hoy te encuentro aún sin buscarte.
Eres invisible para mí,
porque mis ojos
no alcanzan a divisar tu enormidad.
Mas te reconoce mi espíritu,
y mi espíritu no me traiciona,
pues tú lo sellaste,
y ahora te puedo sentir
sin mediar imágenes ni palabras,
silenciosamente.
Tú me hiciste
y voy a ti,
aunque tú ya estás en mí
dándome aliento.
En el silencio de la noche
tu amor es mi luz,
y en el ajetreo del día,
tu luz es mi paz.

martes, 21 de junio de 2011

Poema 27: El alimento espiritual

¡Qué importante es tu Palabra!
Con su fuerza, sin detenerme,
continuaré andando.
¡Cómo se debilita mi espíritu si no la escucha!

Porque eres mi norte,
siguiéndote no estoy perdida.
Por tus previsiones,
nunca le falta alimento a mi alma.

¡Cuánta verdad hay en lo que dices!
Dependo de tu luz,
porque sin ella me extravío.
¡Gracias por tus cuidados!

¿Qué ecos tan profundos tiene tu voz
que le da vida al papel entintado?
¿Qué profundidad tiene lo que dices
que conmueve mi alma?

Quiero seguir esa voz
que es la música de mi esperanza.
Me guardo para el Señor Jesús
en amor y en confianza.

sábado, 4 de junio de 2011

POEMA 26

Cualquier tiempo es bueno para acercarme a ti;
en todo momento me haces falta.
Siempre estás cerca,
puedes escucharnos a la vez a mí, y a todos.

En todo tiempo nuestro corazón debe estar abierto,
y nuestros sentidos atentos;
porque de lo contrario,
¿cómo sabremos si nos hablas?

No basta con leer, memorizar o testificar,
hay que ejercitar el amor como Dios nos ha enseñado;
no basta hacer las cosas por rutina, obediencia o disciplina;
porque Dios nos ama apasionadamente,
apasionadamente debemos ser suyos.

¡Oh Jesús! Enséñame a entregarme a nuestro Dios y amarlo;
amarte, amar la humanidad
y toda la creación.
Aumenta mi fe.

Tu Palabra eternamente justa sea fortaleza de mi esperanza;
tu consejo, siempre verdadero y oportuno,
jamás se aparte de mí.
Tú, Jesucristo, serás y ya eres,
y desde el siglo y hasta el siglo fuiste
la Roca en que encuentro sustento y protección.

Bienaventurados todos los que abren su corazón al Hijo,
y le dejan entrar en él,
y Él entra y los limpia de pecado,
pues se hacen dignos de salvación.

Gloria al Hijo, loor al Padre,
Y a nosotros paz.

POEMA 25: LA TRIBULACIÓN

¿Dónde está, oh Dios,
quien alza la bandera sobre los montes?
¿Dónde, el atalaya para prevenirnos?
En las ciudades claman confundidas
muchedumbres enardecidas,devastadas,
altaneras, ignorantes;
torrentes de almas que necesitan salvación.

La fruta madura artificialmente;
no hay bosques ni praderas;
las ovejas son criadas en encierros,
sin ver el cielo y sin ver el sol.
¿Dónde está la voz de tus fieles?
¿La ocultan la estridencia y el dolor?

Mas como rebuscos, aquí y allá,
nos dejaste algunos lugares protegidos,
en que el alma aún puede descansar,
y brotan lirios, surgen fuentes de agua viva,
se tienden manos, se dan abrazos,
nacen esperanzas, crece fidelidad.
También nos diste una tarea,
que a otros es imposible,
mas debemos terminar:
sembrar en terrenos yermos,
ver las plantas germinar,
regarlas con oraciones,
cuidarlas hasta el final.
Así cuando nuestro Señor vuelva,
nos recogerá y nos guardará.

Busquemos tras la apariencia
ese mundo más real,
que habitan todos tus hijos
y que vive la amistad;
allí no hay desocupados,
ni tampoco enfermedad,
la muerte no tiene entrada,
ni tiene cabida el mal;
allí está Jesús cerca nuestro
guiándonos a la eternidad.