domingo, 29 de agosto de 2010

Poema 12

Cuando el día esté nublado en tu corazón,
cuando te parezca que Dios no oye tu oración,
cuando sientas el dolor que dejan
los amigos que se alejan;
cuando pienses que te has equivocado,
pero no sepas en qué has errado,
de Jesús aprende la humildad
y arrodíllate una vez más.

En su vida hubo amor y generosidad,
él a nadie traicionó jamás.
Pero allí estabas entre los que lo azotaban,
tú y yo eramos uno de los que lo injuriaban,
nuestros pecados de hoy ya nos delataban.
Y él, silencioso, había tomado la decisión
de pagar en la cruz por nuestra salvación.

Así que hubo alguien más injustamente tratado,
hubo alguien que sin culpa fue abusado;
ese Jesús, que siendo Dios, se hizo tu hermano,
padeció por tí, y aún está a tu lado.

Rey de Reyes y Varón de Dolores,
tu poder en tí mismo santificado,
no quiere venganza por los males,
ni respuesta airada por lo pasado,
sino que con mano firme te consuela
y limpia tu alma para que no te duela.

Míralo cómo te cuida y te levanta,
hasta el Espíritu te envió como tu guía.
Desecha tus penas y, aún, canta,
porque al hacerlo volverá a brillar tu vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario